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Inversión española en Chile, una historia de confianza

En el último siglo las relaciones entre España y Chile han sido sólidas y fecundas, generando un lazo cada vez más fuerte. Con la nueva institucionalidad que se viene en Chile, las empresas españolas deben estar a la altura y apostar, como hasta ahora, a largo plazo para crecer junto a Chile. En este post hacemos un breve recorrido por la historia de la inversión española en Chile.

Desde la primera mitad del siglo XX se fueron produciendo oleadas de emprendedores españoles que vinieron a este gran país, y algunos de ellos se convirtieron en empresarios exitosos. Así fue como determinados sectores se han asociado tradicionalmente a hispanos tales como zapatería, ferretería, panadería y vitivinicultura, entre otros. Sin embargo, aquel tesón, valentía, visión o búsqueda de nuevas oportunidades, se vio sustituida por una etapa con enfoque diferente a inicios de los 90.

Desde entonces, se ha ido sumando otro perfil más empresarial y menos individual, formado por profesionales que acompañan a empresas que han invertido en los sectores financieros (banca, seguros), telecomunicaciones, infraestructuras, energía, turismo, comercio, agroindustria, servicios, sanitarios, ocio y medioambiente, entre otros. Todo ello como necesidad de las empresas españolas de salir al exterior para continuar con su crecimiento natural, buscando destinos donde su experiencia pudiera encajar.

Chile y España

De manera natural, Chile es un mercado más afín culturalmente a España que otros países más cercanos geográficamente a la península ibérica. Sin duda, son más las cosas que nos unen que las que nos separan. Para España, Chile es un lugar natural de expansión pues tenemos raíces comunes y nuestra querida lengua común, la tercera más hablada en el mundo. Todas las grandes inversiones encontraban y encuentran en Chile un destino confiable de gran potencial.

Una característica es común tanto en éstas como en aquellas “aventuras”: ambas tienen una mirada a largo plazo y de compromiso con el país. Las inversiones muestran año tras año que el interés no decae. Actualmente España está entre los tres países con mayor inversión acumulada, con la característica especial de ser la más diversificada entre todas ellas. Chile es un socio económico fundamental y su estabilidad lo convierte en un destino clave para inversiones y proyectos de largo plazo.

El papel de la inversión extranjera a lo largo del tiempo ha sido un factor relevante para el crecimiento del país. Según la Cámara Oficial Española de Comercio de Chile la inversión española genera más de 300.000 empleos directos e indirectos y un estimado del 5% de la recaudación tributaria del impuesto de la renta.

No es de prever que estas inversiones se vean afectadas por el golpe que el Covid-19 ha tenido a nivel local e internacional puesto que el mercado ya puede ver cierta esperanza al final del túnel.

Acuerdos de Libre Comercio

Chile ha respetado tradicionalmente todos sus tratados internacionales y ha ofrecido certezas dentro de los limites establecidos. En particular tiene firmados 26 Tratados de Libre Comercio (TLC) con 65 países que le dan acceso al 83% del PIB mundial. Varios de ellos amplían su contenido convirtiéndose en Acuerdos de Asociación Económica (AAE). Estos AAE ponen foco en aspectos no-económicos, como el firmado con la Unión Europea, que incorpora una cláusula democrática, una cláusula evolutiva, la ampliación de los ámbitos e instrumentos de la cooperación, y mecanismos que fortalecen el diálogo político con especial miras al fortalecimiento de los valores democráticos.

Además de los acuerdos TLC+AAE firmados, la confianza de la inversion extranjera ha venido generada por la estabilidad política y social de Chile, por sus reglas claras, su Banco Central autónomo y por su transparencia, probidad y fiscalización constante.

Estamos ahora inmersos en un proceso constituyente que, inevitablemente, genera incertidumbre a locales y extranjeros. En este contexto, la transparencia, actuar dentro de  las reglas establecidas y una visión de crecimiento de largo plazo para el país, son fundamentales. Mas allá de adoptar las políticas adecuadas para dar respuesta a las demandas sociales, la nueva institucionalidad debería incluir las inversiones extranjeras en esta visión de largo plazo respetando los tratados internacionales y manteniendo el aporte al crecimiento que se genera por esta vía.

Si te interesa saber más sobre las relaciones entre Chile y España, o quieres dar el paso a comerciar con cualquiera de estas potencias, contáctanos. Con nuestra red en Sudamérica podemos facilitarte los contactos para hacer crecer tu negocio y apoyarte en el proceso de internacionalización.