Un post de nuestra Junior Consultant, Laura Pérez, sobre la inteligencia estratégica como elemento esencial para exportar en el mercado internacional y cuáles son las claves para desarrollarla.
La competencia es cada vez mayor en este mundo tan globalizado lo cual supone una serie de retos para todos los negocios. Una vez se ha tomado la decisión de abrirse al mercado internacional y comenzar a exportar y aumentar la actividad de la empresa es imprescindible hacerlo de la mejor forma posible. La inteligencia estratégica es una herramienta de mucho valor ya que permite tomar decisiones con un absoluto conocimiento de diversas variables como el contexto o la competencia.
Para actuar con inteligencia estratégica es necesario definir una dirección estratégica y realizar una planificación estratégica, manteniendo siempre el objetivo final presente en cada pequeño paso que demos.
Inteligencia competitiva internacional
En el caso del comercio internacional una de las variables con las que se debe contar es la inteligencia competitiva internacional. Este proceso se inicia captando datos relevantes de empresas similares y adaptándolos de forma que podamos utilizar esta información para mejorar nuestra propia empresa y disminuir riesgos a la hora de tomar decisiones.
De esta forma podremos adquirir competencias útiles y recopilar datos esenciales sin necesidad de pasar por el proceso de “prueba y error”. También es una buena forma de analizar qué es lo que falta en el mercado y encontrar algo diferente a aquello que proponen el resto de las empresas, para así diferenciarnos y adquirir una enorme ventaja competitiva.
Mercados potenciales
En segundo lugar, también podemos estudiar los mercados potenciales en los que expandiremos nuestra actividad comercial. Debemos elegir el objetivo ateniéndonos a diversos criterios como el público al que nos dirigiremos, el tipo de empresa que trasladaremos al ámbito internacional, el nicho de mercado, etc.
Tener un conocimiento preciso y exhaustivo del país donde se van a realizar las exportaciones también es vital, y este conocimiento se puede categorizar de forma esquemática con un DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), el cual nos servirá no solo para entender a qué nos enfrentamos sino también para prever posibles contratiempos.
Indudablemente es fundamental tener un amplio conocimiento del producto o servicio que queremos exportar, y ser consciente de sus puntos fuertes y puntos débiles, recalcando y aprovechando los primeros a la vez que buscamos soluciones para estos últimos.
Los análisis: el fundamento de la inteligencia estratégica
Como podemos ver una de las claves del desarrollo de la inteligencia estratégica es la realización de numerosos análisis: análisis de la inteligencia sociocultural para poder desarrollar más adelante la negociación intercultural, análisis de los competidores, análisis del sector y el producto, análisis de los riesgos, análisis de los posibles resultados y contratiempos…
La clave para pasar a la acción de la forma más eficiente posible es la planificación previa. El entorno internacional es cada vez más complejo y estar preparado para enfrentarse a él puede suponer una grandísima diferencia a la hora de tener éxito.
¿Te interesa desarrollar la inteligencia estratégica y competitiva internacional? ¡Nosotros te podemos ayudar! Nuestra experiencia con más de 1.000 proyectos de internacionalización nos avala – la inteligencia estratégica es nuestro fuerte. Contáctanos para saber más.
