En Gedeth hemos iniciado una serie de reflexiones sobre cómo será el mundo tras el COVID-19.
Para ello, nuestra recomendación es empezar por entender cómo era el mundo antes, hace sólo unos meses.
Luego, habrá que intentar entender qué está pasando actualmente y dónde está sucediendo para tener una visión del conjunto. ¿Qué se está haciendo en otros mercados? ¿Por qué?
Y, finalmente, establecer un mapa de cómo navegar esta situación y arribar a buen puerto. Muchas cosas están cambiando (entre ellas, la forma de trabajar y las tecnologías que usamos para hacerlo) y tendrán un impacto positivo o negativo en función de cómo estemos preparados para afrontar los cambios. Sin duda, es un trayecto lleno de incertidumbres, pero también de oportunidades. ¿Nos acompañas?

Empecemos por el análisis del mundo antes del COVID-19. Una buena herramienta para ello es la serie de mapas creados por vouchercloud con las importaciones y exportaciones más importantes de cada país, que nos da claves interesantes del comercio internacional. A modo de ejemplo, del mapa de exportaciones podemos entender por qué no se estaba avanzando en la agenda climática: sólo hay que mirar a los países que más exportan energías fósiles. No son sólo los “malvados” del Golfo Pérsico o “narco-dictaduras”, sino también los muy “ecofriendly”, como pueden ser Canadá o Noruega.
De la misma manera, entendemos que la Unión Europea no esté interesada en grandes revoluciones de movilidad que pongan en peligro el sector automovilístico, puesto que representa la principal exportación para Alemania, España, y varios otros países europeos – y que casualmente es la principal importación de países como Estados Unidos, Canadá o Australia.
Igualmente, los vuelos eran cada vez eran más asequibles y nos conectaban a más destinos a pesar de su alto impacto contaminante. Aunque los aviones comerciales figuren como la máxima exportación francesa (por Airbus), muchos países se beneficiaban de esta demanda creciente gracias a las cadenas de valor globales y que parecía que no tendría límite.
Hablando de cadenas de valor: Ahora que nos toca redefinirlas (a lo que estamos destinando nuestros esfuerzos Gedeth, lo cual se traducirá en nuevos posts) podremos entender mejor qué son los clusters de fabricación o producción de determinados productos, y dónde se encuentran – por ejemplo, los electrónicos en China/ASEAN o los textiles en Asia Central y Bangladesh, todos basados en altos niveles de especialización. Esta colección de información sobre estas cadenas de valor globales, creada por la Organización Mundial del Comercio (WTO), también nos puede ayuda a entender el mundo antes del virus.
En un futuro post os hablaremos de España y de cómo nos pueden afectar o beneficiar estos cambios en el comercio internacional.
En Gedeth, estamos acostumbrados a navegar por la internacionalización. Para ello, nos beneficiamos de un equipo multilingüe, experiencia con más de 1000 proyectos y una red que se extiende a más de 50 países en los cinco continentes. Si quieres más información contacta con nosotros aquí.