El reciente acuerdo entre seis potencias internacionales (China, Francia, Estados Unidos, Rusia, Alemania y Reino Unido) e Irán respecto de su programa nuclear, ha puesto repentinamente al mercado de Irán en el punto de mira de miles de empresas de todos los países, incluidas las españolas. El levantamiento de las sanciones económicas se presenta como una oportunidad para volver a trabajar en una economía complicada pero atractiva.
Recordemos que, hasta ahora, las empresas que realizaran ciertos negocios en Irán corrían el riesgo de que se les prohibiera trabajar en Estados Unidos o contratar con empresas estadounidenses, e incluso la congelación de sus activos en el país americano; asimismo, la UE prohibía la exportación a Irán de productos relacionados con la industria petrolífera. Aunque no han sido muchas las empresas multadas por este motivo, la amenaza ha constituido un potente elemento disuasorio, especialmente para grandes multinacionales que no podían permitirse un castigo del mercado norteamericano, como hace tiempo nos explicaron ejecutivos del sector financiero español con presencia en Oriente Medio, que esperaban el levantamiento del veto americano al gran mercado iraní.
Hagamos un resumen de algunos análisis sobre las implicaciones comerciales de este evento.
Potencial del mercado de Irán
El 14 de mayo, antes del acuerdo, el equipo de Crédito y Caución se preguntaba por el potencial de Irán en el caso de que las negociaciones fructificasen en un acuerdo de levantamiento del bloqueo:
Irán podría ser el último mercado fronterizo sin explotar que ofrezca un potencial de miles de millones de dólares mediante el restablecimiento del comercio internacional con la segunda mayor economía de Oriente Medio.
Irán, ¿último gran mercado sin explorar? en Crédito y Caución
Recordemos que los mercados frontera se definen como aquellos mercados que aún no han alcanzado el estatus de emergentes: mercados de alto crecimiento, desarrollo muy rápido (en general más que el de los emergentes propiamente dichos), pero carentes aún de la solidez que se supone a los mercados emergentes, y por tanto sujetos de riesgos más elevados y difíciles de cuantificar. La pregunta es: ¿tiene Irán el potencial para ser uno de esos mercados?
Hay varios factores que nos empujan al optimismo:
- La fuerza demográfica: Irán es un país muy poblado (el 17º del mundo, al mismo nivel que Alemania o Turquía), pero también uno de los más jóvenes: más de 750.000 jóvenes se incorporan cada año al mercado laboral.
- La economía de Irán está más modernizada de lo que solemos pensar, y su sociedad, influenciada por esa juventud, también. Más de 30 millones de iraníes pertenecen a la clase media o media-baja. Es el 76º país del mundo en el Indice de Desarrollo Humano, por encima de Turquía o Brasil. En la Guía País de ICEX se pueden encontrar muchos más detalles de su economía.
- Tiene un potencial de diversificación, más allá del petróleo, superior al de otros países de Oriente Medio: múltiples reservas de materias primas, turismo, industria, etc.
Volviendo a la opinión de Crédito y Caución:
Antes de las sanciones, la estabilidad de Irán y su amplio mercado de consumo lo convertía en una de las economías más atractivas de Oriente Medio.
Por otra parte, es un país en el que queda muchísimo por hacer:
El bloqueo ha debilitado al país y hay mucho por hacer si la situación económica se normaliza. (…) Y es que, casualidad o no, las principales deficiencias iraníes coinciden con los sectores en los que las empresas españolas son especialmente potentes, según el el Director Internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet.
¿Es o no el momento de hacer negocios en Irán?, en Asesores de Pymes, blog de CESCE
Esta última observación es clave. Las infraestructuras son uno de los sectores con una necesidad más imperiosa de modernización en Irán, y es bien conocida la reputación global de las empresas españolas en esta actividad. Un almuerzo de negocios organizado por el Spanish Business Council este mes de junio en Dubai destacó el potencial de Irán en infraestructuras, energía, minería y servicios, como indica El Correo del Golfo.
Riesgos de actuar en Irán
¿Cuáles son, por otra parte, los peligros que puede entrañar la entrada en Irán en este momento?
Uno, no pequeño, es el peligro del regreso de las sanciones. El propio acuerdo que las levanta contempla que se vuelvan a poner en práctica si Irán no cumple con los requisitos exigidos, y no se puede descartar que la situación política interna acabe produciendo una vuelta atrás.
La falta de infraestructura financiera, después de los años de sanciones, es otra gran dificultad. Los bancos occidentales no tienen actividad en Irán, lo que dificulta la canalización de cobros y pagos, en un mercado con alto riesgo país donde los proveedores esperan encontrarse con morosidades e impagos, como señala el director de Internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet, en ABC.
Conclusión
El estudio previo del mercado y la planificación vuelven a ser, como siempre, los factores más importantes a la hora de decidir una posible entrada en Irán. Cada empresa debe saber si puede comprometer los recursos suficientes para estar entre los primeros que intentan entrar en Irán, enfrentándose a todas las dificultades iniciales a cambio de una posición sólida de salida, o si es mejor que espere para atacar el mercado en una oleada posterior, con más facilidades pero más competencia.
