El desarrollo energético de los países emergentes se acelera. Las cifras son superlativas: China es el mayor importador de petróleo del mundo, Filipinas el segundo productor de energía geotérmica (con voluntad de convertirse en el primero), Uruguay en breve espera generar suficiente energía eólica (con ayuda de empresas españolas) para atender hasta el 100% de su demanda energética.
Estos países tejen una tupida trama de relaciones bilaterales, acuerdos e intercambios directos entre sí, alejándose de la dependencia, tanto comercial como tecnológica, respecto de los países ricos. Así, después de 20 años de desarrollo, la cooperación energética entre China y Latinoamérica entra en una fase de profundización, mientras que organismos multilaterales del cono Sur esbozan planes de integración regional.
Destaco, por parecerme tremendamente significativo, el acuerdo entre Brasil y Nigeria. De un lado, uno de los países con mayor potencial de explotación petrolífera (Brasil, gracias a la exploración de sus reservas pré-sal en alta mar), y del otro, uno que ha sufrido la que algunos llaman «maldición del petróleo» (diversos grupos armados nigerianos han tenido el control de las extracciones petrolíferas y sus ingresos entre sus objetivos y sus reivindicaciones). Es muy importante que estos dos países contemplen expresamente centrarse no sólo en su recurso más lucrativo, sino también en el desarrollo de otras fuentes de energía no basadas en el petróleo.
La experiencia y el avanzado nivel tecnológico de las empresas españolas en los diferentes nichos de energía renovable, junto con la caída de ingresos en el mercado nacional y la inseguridad jurídica por la cual protesta el sector, hacen de los mercados emergentes destino prioritario para todas las empresas y organismos españoles, grandes y pequeñas, relacionadas con el sector.
Muy en especial, los mercados de Latinoamérica, como México, o Chile.
Fuentes enlazadas: AméricaEconomía, El País, Europa Press, Globalasia.com, Moneda Única, Portafolio.co, Portal Chile Asia Pacífico, REVE.